Capitulo 7: 25/06/19
El día de hoy ya llevamos 7 años juntos, unos kilómetros nos distancian ya que
estudiamos carreras en distintos lugares, pero eso no nos imposibilita a no
vernos. Yo decidí estudiar Escribanía en Mendoza ya que era la única provincia
que tenía esa carrera directa, él se quedo en San Luis estudiando para Físico.
Este es mi último año de estudio, pero luego viene ejercer
el diploma en algún trabajo asique se puede decir que tengo para un tiempo más
acá, por suerte llegué a conocer muy buenos amigos, que me están apoyando en
todo. Igual ya estoy trabajando, pues lo
necesitaba, debía pagar los impuestos, también cosas para la facultad, tenía
mis gastos.
Decidí llamar a Fran, para ver cómo estaban las cosas por
allá, como le estaba yendo a él en sus estudios y su trabajo, aparte lo
extrañaba hace varios días que no hablábamos. Cuando lo llamé me atendió de una
manera muy extraña, como si lo estuviese molestando o lo hubiese llamado en un
mal momento, y así era:
-Oye Fran, ¿te pasa algo?
-Cami, no me siento bien. Te necesito en este momento.
-Pero ¿qué es lo que ha pasado?
-Falleció Julián.
-¿Cuándo? ¿Cómo pasó?
-Esta tarde, un accidente automovilístico.
-Eu, mañana a la mañana estoy allí, ¿sabes?
-No te preocupes, todo estará bien.
-Me preocupas no solo vos, si no la familia de él. Esperame
mañana en la terminal, te avisaré a qué hora.
-Bueno mi amor, gracias.
-No de nada mi vida. Te amo y todo estará bien.
-Yo mas, mi amor.
Colgué el teléfono y quede helada por la noticia, nunca me
lo llegue a imaginar que pasaríamos por algo como esto, y lo peor de todo es
que yo no podía estar ahí justo en este momento. Rápidamente fui hasta la
terminal, saque el primer boleto que fuese hasta San Luis, quería llegar lo más
rápido posible. En el transcurso del
viaje, me quede dormida pensando en cómo pudo haber sucedido, no le encontraba
explicación alguna al hecho.
Horas después, llegue a mi destino, llame a Fran y le avise
que ya había llegado, que no se preocupara que iría a su casa por mi
cuenta. Llegue a su casa, y lo vi
totalmente destrozado, nunca antes lo había llegado a ver de esa manera. Lo
abracé lo más fuerte que pude aguantar y lo contuve por un gran tiempo en mis
hombros, lentamente sus ojos se iban haciendo líquido y comenzaba a derramar un
par de lágrimas, era algo totalmente extraño; ya que en muy pocas ocasiones lo
había visto de esta manera. Pasado un tiempo, cuando ya estaba un poco calmado
llamamos a los padres de Julián, para visitarlos o al menos darles el pésame de
nuestra parte.
El fin de semana lo pase con él para que se recuperase, lo
necesitaba y necesitaba un poco de distracción. Por lo menos el último día que
estuve con él, lo paso bastante bien y se lo veía bastante recuperado de la
situación.
Él me demostró ser un chico distinto a los demás, él me
enseño lo que es el amor en todas sus palabras, él me ayudo a creer y confiar
en el amor, él fue el primero en saber todo sobre mi, sin ningún secreto, sin
mentiras; total ¿de qué es lo que sirven? Arruinan la relación y es algo que
nosotros no queríamos ni teníamos pensado.
Mi última frase es: “EL AMOR EXISTE, EN TANTO Y CUANTO LA
OTRA PERSONA DEMUESTRE QUE ES ASI”.